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domingo, 20 de marzo de 2011

CUENTO SOBRE LA CREACIÓN.


Erase una vez un pétalo de rosa, que balanceándose voló a través del Universo y tras recorrer varias galaxias fue a posarse sobre una mujer dormida.
Nuestra protagonista accidental cayó en un sueño revelador sobre el origen de la creación.
Su espíritu viajó a través del Universo hasta un momento en que la música lo envolvía todo. La música como vibración activaba la creación de estrellas, nube de gas y polvo en rotación… Todo ello acompasado con un ritmo constante de los latidos del centro del Universo, por lo que podemos decir que la música surgió en el Origen.

En ese concierto experimental de sonido y amor, van formándose cometas, nebulosas y estrellas…

Y en una nebulosa pequeñita, con un sol central, surge una mujer dormida, que no es nuestra protagonista sino otra mujer, la primera. La situamos en un planeta dónde el amor va regando la tierra, creando un jardín de hermosos árboles y flores de múltiples colores. Donde una Luz dorada lo iluminaba todo. De la lluvia constante nacieron los ríos y lagos. La mujer lloraba con el Planeta y de sus lágrimas se formaron mares y océanos, que a su vez tomaron el color de sus ojos, un azul tan intenso que también contagió al cielo.

Este planeta se regía por el alma de la Mujer, es decir el amor y la generosidad creaba y acompañaba toda la actividad de los Seres que fueron poblando aquel planeta llamado Tierra. Se compartían los problemas, las soluciones, tristezas, alegrías, ideas y hasta las risas. Se cuidaba el descanso y el tiempo para disfrutar, tanto como el tiempo de esfuerzo y creación. El equilibrio mantenía todo en paz y armonía. Se reconocían unos en otros, por lo que todas las personas sentian las sonrisas compartidas, el contacto de los abrazos y la expresión del amor a través de los besos. En los inicios de la vida, no existía la codicia, ni el odio, y por supuesto tampoco la guerra.

La mujer, nuestra protagonista accidental, despertó. Su rostro estaba iluminado, su mirada perdida en el recuerdo del sueño. A su corazón llegó un mensaje: “transforma la realidad

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