Escuchar, relatar compartiendo. Quédate con nosotras, búscanos entre las nubes...



miércoles, 23 de febrero de 2011


Como un remolino, tu fuerza se une a la mía, y en permanente movimiento vamos cambiando lo que circunda nuestro espacio.

Como un remolino la energía producida se eleva para que se reutilice y comparta.

Cambiando de punto de vista, como un remolino podemos cambiar todo lo que no nos gusta, lo que nos angustia, y así transformar nuestra realidad.

Como un remolino te arrastro a la luz, a la alegría, te atraigo hacia mí.

Bailando y riendo volamos con música, como un remolino, nos llenamos de energía y de luz.

domingo, 20 de febrero de 2011

LA INTUICIÓN.



Había una vez y no había una vez..., en una noche oscura y fría, desde la última casa del pueblo, muy cerca del bosque, se ve una luz tenue que sale de sus ventanas. Dentro Tara, una mujer joven intenta calentarse acercándose al fuego del hogar. Tiene que tomar una difícil decisión y le cuesta respirar. Con un golpe de aire la ventana se abre y entra en la vivienda un aire gélido, corre a cerrarla y vuelve junto al fuego. Tras un rato se queda dormida en el suelo, apoyada en la pared.

Entra en un sueño profundo que la lleva a distintos paisajes; se ve caminando a través de un robledal, hace un día de primavera espléndido, recibiendo los rayos del sol a través de los árboles, no siente preocupación alguna, todo está en calma y el calor del día la reconforta. Escucha una música que viene del interior del bosque que la anima a seguir hasta el final de un sendero. Cada vez se la escucha más cercana, es una melodía posiblemente de una flauta. Subiendo una pequeña colina encuentra un bello y hermoso roble, con nudos en sus ramas y un ancho tronco, Tara se queda impresionada mirándolo. En ese momento la música cesa, y se hace el silencio. El bosque no emite sonido alguno.


Del centro del tronco surge una nariz, luego unos labios y finalmente unos ojos cansados, ya que es un árbol centenario. Tara se acerca un poco más para comprobar lo que efectivamente está viendo. En ese momento surge una voz dulce y suave. Tara no se asusta, todo lo contrario, aumenta su curiosidad y da un paso más.

- Buenos días, mi hijita.
- Tara responde, buenos días señora.
- ¿Ya sabrás por qué estás aquí verdad?
- He seguido la música, había oído hablar de ti pero no me habías llamado hasta ahora.
- Es el momento en que tienes que empezar a usar tu intuición. Tengo la misión de despertar en ti esa facultad que tenemos todos. No hay tiempo, estás en un grave peligro y necesitas saber qué camino tomar.
- Y ¿cómo la reconozco, dónde la encontraré?. Preguntó Tara.
- Querida niña, está dentro de ti, no te has de mover en su busca, va contigo para que la preguntes y la escuches.
- ¿Dentro de mi?
- Así es. Como has sido capaz de escuchar mi música, así has de atender a tu interior, de tu corazón surge una sabiduría que tú ya tienes, que te ayudará a tomar el camino correcto.
- Es como la música de este bosque, continuó la anciana del roble, si aquietas tu mente y escuchas tu interior, tendrás todas las respuestas que necesites. Tienes que dejar fuera a la mente, para que no interfieran con los deseos en tu conversación.
Tara movía la cabeza afirmativamente mirando hacia la anciana y a la vez sentía que se le abría en el centro del pecho una ventana, para poder hablar con su corazón.

Necesitas ponerte en marcha, niña mía, fuera de este sueño que te arropa se prepara una tormenta enorme. No puedes esperar más tiempo a que todo se arregle, tu casa no soportará más el fuerte viento. Coge ropa de abrigo e inicia un camino de transformación, porque así ha de ser. Estas tierras ya no son seguras. Aprieta contra tu pecho todo lo bueno que recuerdas. Vuela con tu corazón surcando el cielo, acaricia las nubes y siente... No dejes entrar al miedo, ni dudes. Solo siente el amor que tienes en tu interior, esto te dará confianza y alegría para seguir. Tú misma eres y estás hecha de amor.

- ¿Y qué dirección he de coger?

- Lo sabrás en cuanto inicies la marcha. Confía en tu intuición, en tu voz interior.

Tara abrazó a su amiga, y partió hacia los límites del sueño. Caminaba tranquila, feliz, se sentía acompañada y ya no tenía miedo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Cuento: CRECIMIENTO.


La niña del Planeta Azul, mi planeta vecino, me hablaba desde el corazón y me preguntaba:
¿Por qué cuando observo tu planeta desde el mío se ve tan pequeñito, y cuando llego a él, todo adquiere otra dimensión, mucho más grande?

Ella no entendía que la cúpula del cielo, el Universo, todas las estrellas, satélites y planetas, iban creciendo o menguando según se acercase o alejase, como un juego.
La contesté con una sonrisa, tú lo haces grande al acercarte, porque unificas tu Ser con el Todo.

jueves, 3 de febrero de 2011




"Actuar sobre la realidad y cambiarla, es la única manera de probar que la realidad es transformable".

EDUARDO GALEANO.