A veces las palabras se me pierden. Se escapan de mi boca
para esconderse más arriba, como a medio metro de mi cabeza.
Entonces una voz interior me pide que cierre los ojos e
imagino esa misma palabra como objeto, visualizo su textura, su forma, la llamo.
Muy lentamente consigo que se acerque, jugando con
paciencia y concentración, pero sigue
borrosa y escurridiza.

Se relaja y la pillo.
Ya los puedo abrir:
Soñar.
-.-.-.-.-.-.-.-.-
Soñar es una palabra bella, amplia, tan amplia como la
quieras crear, por eso se escapa y vuela, para que tú te muevas, te diluyas, te
condenses, te entregues, consciente o inconscientemente de tu viaje en su
búsqueda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario